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15 abril 2007

Magia de verdad

Las cosas no siempre son justas.

Está claro que la fama y los recursos económicos hacen que la imagen que tengamos de ésto o aquello pueda llevarnos a confusiones. Intentaré explicarme:

El otro día acudí a una sala de magia de Madrid, la Sala Houdini y me di cuenta de que muchas veces las cosas que aparentemente son pequeñas resultan ser realmente grandes.

El espectáculo al que tuvimos la suerte de acudir tenía dos partes diferenciadas:
  1. Magia clásica: espectáculo en el que aparecen y desaparecen palomas, escapismo, juegos con aros que se juntan y separan sin lógica alguna y todo ello aderezado con música, luz y colorido
  2. Magia de cerca: en una sala más pequeña y a escasos metros de los magos con monedas que traspasan mesas, un tio que adivina cartas a cualquiera y lo más espectacular... mentalismo para doblar cucharas sin tocarlas... etc.

Me di cuenta que ni Aramis Fuster, ni Octavio Acebes ni la Bruja Lola (por poner extremos de lo absurdo) ni muchísimos famosos que se mueven por nuestra geografía... lo que realmente importa son las ganas, la ilusión y el entusiasmo por su "profesión" que transmite esta gente.

Lo recomiendo a los que viváis en Madrid o tengáis la opción de acercaros. No os defraudará, os lo prometo

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