Rolling Stones como herramienta de fidelización de clientes

Que los Rolling Stones sigan tocando me parece una de las mejores noticias de la historia de la música, pues son uno de mis grupos favoritos.

Que de vez en cuando hagan lo que les salga de las narices (y que me perdonen los aficionados que fueron ultrajados el año pasado en El Ejido y otras ciudades españolas) me parece que hace que su mito siga vivo más allá de la imagen de niños buenos que daban los Beatles, que nunca fueron santo de mi devoción.

Pero que ahora Mick Jagger y sus amigos se dediquen a dar conciertos a un selecto grupo de elegidos de una entidad financiera (Deutsche Bank) ya me parece demasiado... siempre y cuando no terminen el concierto arrojándo sus vasos de wishky sobre algún directivo, en cuyo caso, no me parecería mal del todo.

El caso es que este verano, los Rolling Stones actuaron en Barcelona en una pequeña sala de conciertos para un grupo de selectos clientes y directivos del banco alemán Deutsche Bank. Además la cosa no les salió barata, pues la actuación del mejor grupo de rock de la historia les costó la nada despreciable suma de 4 millones de €uros... pero para eso está el dinero, no? Como capricho no está mal... y estoy seguro que los empleados y clientes que pudieron disfrutar del concierto no lo olvidarán jamás (como yo no olvidaré cuando les vi en Vigo en 1998)

Lo dicho, todo vale con tal de fidelizar clientes y de hacerles sentirse orgullosos del banco en el que depositan su dinero y ... su confianza.