Ayer mismo me ocurrió una cosa esperpéntica, o al menos así la viví yo. Dejadme que os cuente con un poquito de orden (al menos con todo el orden que me permita mi desordenada cabeza)
Alicia es una chica boliviana que trabaja en España desde hace 3 o 4 años. Lleva ayudándonos a mi mujer y a mi con la educación y el cuidado de mi hijo desde que éste tenía 3 meses. Es una mujer encantadora y adora al niño, aunque a decir verdad el niño también la adora a ella.
El caso es que allá por noviembre, cuando la entrevistamos por primera vez me dijo que tenía papeles, y que prefería tener contrato, seguridad social, etc. Perfecto, yo lo prefiero (aunque obviamente me salga más caro). Así fue... y hasta ahora todo ha ido perfecto.
Hace más o menos un mes me pidió la copia del contrato que llevamos al ministerio de trabajo para tramitar su condición de "empleada del hogar", porque los papeles de residencia estaban a punto de caducar y no quería estar indocumentada, aunque fuera temporalmente. "Chica lista" pensé.
Tramitó su nuevo permiso de residencia y ahora se encuentra a la espera de que le den los papeles renovados y anda (o debería andar) con el clásico resguardo que nos dan a todos cuando -por ejemplo- renovamos nuestro Documento Nacional de Identidad (DNI).
El caso es que me cuenta que el domingo pasado volvía de Avila de pasar el fin de semana con su hermano y al salir del metro se encuentra con varios agentes de la policía nacional seleccionando a dedo a aquellos que les parecía sospechosos de... no ser españoles.
Pedían los papeles a los inmigrantes, y los que no podían demostrar que los tenían en regla los metían en un furgón policial para arrestarles en los calabozos durante una noche. Si al día siguiente demuestras que estas aquí de modo legal, te vas... sino... te deportan.
No estoy a favor ni en contra del tema de la inmigración. Considero que es algo natural que ocurre en un entorno globalizado en el que, además... hay muchos trabajos que requieren mano de obra no cualificada que por alguna razón los españolitos no queremos. También creo que quien este aquí ha de estar de modo legal, pero una vez es así... todos somos iguales ante la ley.
Es aquí donde quería llegar...¿qué ocurriría si la policía se planta en la salida del metro y comienza a pedirnos nuestro DNI? Nos meterían en el calabozo en caso de no llevarlo (o peor aún… ¿por no llevar el resguardo?). Estoy seguro que no, pero la ley es la ley y esa excusa-realidad todo lo puede.
Sin embargo mi mujer me argumenta –posiblemente con más razón que yo- que lo mismo ocurre cuando realizan un control de alcoholemia, o un control anti-terrorismo. Paran a aquellos que cumplen con el perfil buscado… luego en este caso es más que evidente que el target eran inmigrantes… obviamente por orden del gobierno que quizás en una muestra más de escaso rigor y aleatoriedad en alguna de sus decisiones deshace lo que tanta polémica trajo en su momento con la regularización de inmigrantes y la “barra libre” de entrada al país.
Cuantas cosas se hacen en política para ganar un puñado de votos… y que fácil se nos olvidan … aunque otras veces a algunos les dan una pastillita para olvidar (400 míseros euros que todo lo curan)
Pd: Por supuesto Alicia pasó la noche con muchos otros y al día siguiente algún familiar acercó el resguardo que la acredita como residente en nuestro país, con lo que todo ha quedado en un pequeño susto y una gran mala experiencia.
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