Muchas veces nos vemos arrastrados por la voracidad de la sociedad, que parece que prima tener un coche mejor que el vecino, una casa más grande, un vestido más caro y cualquier día terminaremos midiéndonos las.... como se diga.
El caso es que el tamaño no siempre es importante... y desde luego en temas como el turismo (algo totalmente subjetivo) siempre he sido de los que prefieren algo pequeño y manejable que algo mastodóntico.
Prefiero un hotel pequeño y familiar a una mole de mil habitaciones, 10 restaurantes y 4 piscinas. Que conste que turísticamente hablando he hecho de todo, y he probado hoteles de esos de "all included" y también casas rurales... pero tengo claro que prefiero lo manejable y cómodo a lo masivo y grande.
Y doy gracias a que el hotel en el que me alojo estos días en Fuerteventura (Esmeralda Maris) es de ese tipo. Hoy por ejemplo hemos estado en el Spa, y es una "monada" (perdonad por la cursilería de la expresión, pero creo que es la que mejor lo describe). Allí nos hemos pasado 40 minutos de lo más relajados después de un día de mucho estrés (ya sabéis, playa, siesta, etc) y la verdad es que al salir para ducharnos en el bungalow se lo comentaba a mi mujer. Es la primera vez que estoy en un Spa sin desconocidos alrededor... sólo para nosotros.
Hemos decidido repetir Spa todos los días antes de ducharnos para ir a cenar, e incluso el próximo viernes o sábado nos daremos un masaje que también corre por cuenta de la casa, y es que como os he contado, el trato y atención que está teniendo con nosotros Antonio Barragán -director de explotación del Esmeralda Marís- no tiene nombre... o si, impresionante!!!
En fin, que seguiré informando... porque aún no os he hablado de la playa que está aquí al lado y a la que vamos todos los días a castigarnos unas horitas al sol y viento de Fuerteventura!
El caso es que el tamaño no siempre es importante... y desde luego en temas como el turismo (algo totalmente subjetivo) siempre he sido de los que prefieren algo pequeño y manejable que algo mastodóntico.
Prefiero un hotel pequeño y familiar a una mole de mil habitaciones, 10 restaurantes y 4 piscinas. Que conste que turísticamente hablando he hecho de todo, y he probado hoteles de esos de "all included" y también casas rurales... pero tengo claro que prefiero lo manejable y cómodo a lo masivo y grande.
Y doy gracias a que el hotel en el que me alojo estos días en Fuerteventura (Esmeralda Maris) es de ese tipo. Hoy por ejemplo hemos estado en el Spa, y es una "monada" (perdonad por la cursilería de la expresión, pero creo que es la que mejor lo describe). Allí nos hemos pasado 40 minutos de lo más relajados después de un día de mucho estrés (ya sabéis, playa, siesta, etc) y la verdad es que al salir para ducharnos en el bungalow se lo comentaba a mi mujer. Es la primera vez que estoy en un Spa sin desconocidos alrededor... sólo para nosotros.
Hemos decidido repetir Spa todos los días antes de ducharnos para ir a cenar, e incluso el próximo viernes o sábado nos daremos un masaje que también corre por cuenta de la casa, y es que como os he contado, el trato y atención que está teniendo con nosotros Antonio Barragán -director de explotación del Esmeralda Marís- no tiene nombre... o si, impresionante!!!
En fin, que seguiré informando... porque aún no os he hablado de la playa que está aquí al lado y a la que vamos todos los días a castigarnos unas horitas al sol y viento de Fuerteventura!
3 comentarios:
Totalmente de acuerdo contigo, los grandes hoteles tienden a masificar sus servicios por grande que sean sus instalaciones se acaba perdiendo esa preciada sensación de tranquilidad.
PD: Muy bien lo del hotel y tal, pero puedes pasarme el número de teléfono de la chica de la foto?? je je
prefiero un hotel desierto a ver niños corriendo a tu lado y pisoteando tu toalla!!
el teléfono de la chica te lo daré (cuando lo encuentre)
salu2 y gracias por participar
pedro
Hoy por ejemplo hemos estado en el Spa, y es una "monada" (perdonad por la cursilería de la expresión, pero creo que es la que mejor lo describe). Allí nos hemos pasado 40 minutos de lo más relajados después de un día de mucho estrés (ya sabéis, playa, siesta, etc) y la verdad es que al salir para ducharnos en el bungalow se lo comentaba a mi mujer. Es la primera vez que estoy en un Spa sin desconocidos alrededor... sólo para nosotros. hoc cham soc da
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