Parece mentira lo que tardan en llegar. En realidad el último año de mi vida ha pasado rápido. Muchos acontecimientos importantes desde las últimas vacaciones... pero cuando estás cerca de tus días de descanso, los días pasan despacio y te parece que nunca llegarán las ansiadas vacaciones.
Pero ya están aquí. Estamos en Fuerteventura, alojados en el hotel Esmeralda Maris por cortesía de Antonio Barragán, que metido en las nuevas tecnologías y aprovechando las bonanzas de la web 2.0 ha decidido promocionar el hotel que dirige desde un entorno más social y desde hace algún tiempo no para de inventar buenas ideas para atraer gente a su hotel y, de paso conseguir que hablen del mismo y así se auto-promocione.
Pués en una de esas iniciativas participé (como quién prueba suerte en la lotería) y tuve la suerte de ser uno de los elegidos para pasar una semana en el hotel Esmeralda Marís de Fuerteventura en régimen de media pensión con la única "contraprestación" de escribir sobre mi estancia en el hotel y en la isla.
Y lo hago contento, porque la isla me encanta (estuve aquí en el verano del 2004) y la verdad es que la experiencia en el hotel Esmeralda Marís está resultando (al menos en las primeras 24 horas) exepcional.
Situado en el borde de una colina que llega al mar, tiene unas vistas increibles, pero lo que más llama la atención del hotel -al menos en mi corta experiencia en el mismo- es la cercanía y trato personal de la gente. Todo el mundo es atento, amable y creo que Antonio se ha sabido rodear de gente que transmite el mismo amor a su isla y las ganas de agradar qué él mismo tiene.
Seguiré informando... porque todavía me quedan 6 días y muchas cosas que probar (como el spa, unos masajes, y algunas otras cosas), pero desde luego que de momento la cosa va viento en popa (nunca mejor dicho, porque doy fe que la isla hace honor a su nombre).
NOTA: Escribo este post gracias a la demostración de eficiencia y buen servicio del personal del hotel, que tras comprobar que no tenía acceso llegó a mi bungalow apenas 15 segundos después de llamar a recepción solicitando ayuda con la conexión wifi.
Pero ya están aquí. Estamos en Fuerteventura, alojados en el hotel Esmeralda Maris por cortesía de Antonio Barragán, que metido en las nuevas tecnologías y aprovechando las bonanzas de la web 2.0 ha decidido promocionar el hotel que dirige desde un entorno más social y desde hace algún tiempo no para de inventar buenas ideas para atraer gente a su hotel y, de paso conseguir que hablen del mismo y así se auto-promocione.
Pués en una de esas iniciativas participé (como quién prueba suerte en la lotería) y tuve la suerte de ser uno de los elegidos para pasar una semana en el hotel Esmeralda Marís de Fuerteventura en régimen de media pensión con la única "contraprestación" de escribir sobre mi estancia en el hotel y en la isla.
Y lo hago contento, porque la isla me encanta (estuve aquí en el verano del 2004) y la verdad es que la experiencia en el hotel Esmeralda Marís está resultando (al menos en las primeras 24 horas) exepcional.
Situado en el borde de una colina que llega al mar, tiene unas vistas increibles, pero lo que más llama la atención del hotel -al menos en mi corta experiencia en el mismo- es la cercanía y trato personal de la gente. Todo el mundo es atento, amable y creo que Antonio se ha sabido rodear de gente que transmite el mismo amor a su isla y las ganas de agradar qué él mismo tiene.
Seguiré informando... porque todavía me quedan 6 días y muchas cosas que probar (como el spa, unos masajes, y algunas otras cosas), pero desde luego que de momento la cosa va viento en popa (nunca mejor dicho, porque doy fe que la isla hace honor a su nombre).
NOTA: Escribo este post gracias a la demostración de eficiencia y buen servicio del personal del hotel, que tras comprobar que no tenía acceso llegó a mi bungalow apenas 15 segundos después de llamar a recepción solicitando ayuda con la conexión wifi.
4 comentarios:
Qué suertudo!!!
Muy buena pinta tiene ese lugar. Pásalo bien. Aún recuerdo mi etapa de periodista en EEUU cuando me invitaba el gobierno mexicano a preciosos hoteles en sus playas. Buenos recuerdos.
la verdad es que está genial poder disfrutar de unas vacaciones con mayúsculas, y como bien dices Alberto, se saborean mejor así, ¿verdad?
salu2 desde las islas afortunadas... por el viento y el sol!
Pues si, así se saborean mejor. Un saludo desde el Madrid caluroso.
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