Medicamentos y tratamientos especiales contra la crisis

Poco o nada debería añadir de los malos momentos que estamos pasando desde hace por lo menos un año ... o casi dos.

A pesar de ello, los españoles hemos seguido viviendo nuestra vida de modo relativamente normal.

Haciendo gala de ese carácter mediterráneo que nos ha llevado a la gloria (cuando fuimos EL IMPERIO) y a la más absoluta de las miserias (aquí no se si podría poner un solo ejemplo), los españolitos de a pie hemos seguido yendo a la feria, a tomar nuestras cervecitas y copichuelas, a ver a nuestro equipo de fútbol preferido y a divertirnos... por qué a fin de cuentas la vida son dos días.

Incluso tenemos memoria de pez y olvidamos con facilidad los cientos de mentiras con los que los políticos (especialmente los que están en el Gobierno) tratan de calmar nuestras mini-angustias. Seguramente cuando se acuesten por la noche pensarán que lo hacen por nuestro bien. Que son mentiras piadosas para contentar a la plebe y no hacernos sufrir demasiado.

Siempre he preferido decir la verdad que ocultarla. Y siempre he preferido que me la cuenten... y no me vengan con que no te lo dije para no hacerte sufrir, porque cuando me de cuenta por mí mismo voy a sufrir por pensar que: 1)he sido gilipollas durante este tiempo, 2)por tratar de entenderte y 3)por que efectivamente la situación por la que me has estado engañando me ha explotado en la cara con efectos sensiblemente mayores de los iniciales.

Solo recuerdo a algunos lectores que la Sra. Ministra de Economía y Hacienda de este, nuestro país, nos dijo hace exactamente un año que se atisbaban los primeros brotes verdes de la recuperación económica del país... y sin embargo ahora podrías apostar en Unibet o en Betandwin que España será el próximo país que levante la bandera blanca y pida ayuda a gritos para tratar de salir de este agujero del que otros (los que corresponde) no han logrado sacarnos.

Pero así somos... ni huelgas, ni quejas ni na de na... pero dicho esto... prefiero ir a dormir o tomarme la pastilla para que todas las miserias queden ocultas en algún rincón dormido de mi pequeño cerebro.

¿Sabéis por qué? Porque me la suda!!!