Siempre he leído por ahí que España es un país de contrastes.
Aquí no podemos hacer las cosas con normalidad. O se nos quiere o se nos odia. Idolatramos y defenestramos a los que fueron nuestros ídolos con la misma facilidad de quién se deshace de un pañuelo de papel después de sonarse los mocos.
Y del mismo modo, no tenemos medida con cosas que en un principio recomiendan algo más que sentido común... y eso les pasa sobre todo a "esos hombres bajitos que se vienen arriba" simplemente al calor de unos billetes morados de 500 Euros.
Recuerdo como hace años se acuñó el término de "nuevo rico" haciendo referencia a la gente que de pronto se encuentra con ingentes cantidades de dinero entre las manos y la única forma que se le ocurre de gastar el dinero es demostrándole a sus congéneres humanos la suerte que tiene, haciendo gastos absurdos y desmedidos, comprándose propiedades que bien podría comprarse cualquiera de los afortunados miembros del "Fortune 500", o sencillamente demostrándole a todo el mundo que tiene dinero, pero que lo que más le gusta es hacérnoslo saber.
Pues supongo que ninguno de nosotros está exento de ese tipo de virus... y si lo pensáis detenidamente muchos de los alcaldes y dirigentes de nuestra piel de toro ya han sido infectados por este virus maléfico. Alcaldes de pueblos pequeños que se han gastado ingentes cantidades de dinero en proyectos más propios de "pepe piscinas" que de alguien con cierta responsabilidad que se viene arriba inspirado por el color de los billetes grandes.
De un tiempo a esta parte hemos podido ver como los aeropuertos aparecían en nuestro país como flores en primavera. Ciudades de "segunda" que construyen aeropuertos, y proyectos absolutamente locos. Recuerdo cuando mi mujer trabajó en una consultoría de parques temáticos y de ocio, tuvieron entre manos un proyecto que me pareció una locura de primera.
Un conjunto de pequeños hombres venidos arriba -con el supuesto apoyo de las instituciones correspondientes- decidieron hacer de Ciudad Real un enclave vital en nuestra piel de toro y se les ocurrió la brillante idea de montar "la mundial" entorno a la licencia de construcción y explotación de 3 casinos. Entorno a ellos estos pequeños hombres venido arriba decidieron montar un parque temático, unos cuantos hoteles y claro, ya puestos un aeropuerto para acoger a los cientos de miles de jugadores que recorrerían las "extensas" dimensiones de nuestro país para poder dejarse miles de euros en un complejo abandonado en medio de alcornoques y tierra seca.
Y claro, cuando la pasta te sale por los bolsillos te da un poco igual que se te caigan unos billetes, porque la notoriedad y la fama que les puede crear a esos individuos el extraño mérito de ser quienes idearon una idea más propia de la asociación española de bomberos-torero, hace que se sientan parte de la historia... Y lo son. Son parte de la historia del ridículo, el despilfarro y la gestión más paleta que hayamos podido ver en nuestro país en los últimos años.
Por supuesto el aeropuerto (privado, pero financiado por CCM -en quiebra-) está desahuciado. Y no conozco a ningún tipo que tenga una sola idea de negocio que sea capaz de soportar la inevitable "circunstancia" de que haya un aeropuerto en Ciudad Real (poco más de 70.000 habitantes, llegada del AVE, etc).
Pero ahora que lo pienso...¿no dijo alguien que el hombre era el único animal que tropezaba dos veces en la misma piedra? Si amigos, si. Parece ser que otro "iluminao" está moviendo hilos para construir un aeropuerto en la lustrosa ciudad de Toledo (70.000 habitantes y casualmente con AVE también). Me gustaría conocer a estos pequeños hombres venidos arriba para conocer de primera mano cual es su idea de negocio y en qué parámetros basan el supuesto éxito del proyecto... porque creo que me estoy haciendo viejo o directamente las neuronas me están abandonando.