Cuántas veces nos encontramos con publicidad que nos impacta, que nos llama la atención por original o por transgresora.
Pero lo mejor es que no tenemos una visión completa de la realidad, y muchas de las campañas apenas hemos podido verlas porque han sido censuradas. No penséis que esto es un terreno acotado exclusivamente a los EE.UU (si bien es mayoritario de allí), porque ocurre a lo largo y ancho del globo.
Eso sí, sorprende ver que los publicistas ávidos de llamar la atención siempre busquen el motor que mueve el mundo (el sexo) para generar ese punto extra de notoriedad y de polémica.
(fuente, Marketing Directo)
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