Antes de empezar a redactar este post me gustaría pedir disculpas anticipadas, pues lo estoy redactando desde mi Nokia Lumia 800, lo cual hace que posiblemente se me escapen algunas faltas de ortografía derivadas de mi torpeza al escribir con el teclado táctil. Lo dicho, mil perdones.
Hoy quería hablar fundamentalmente del tema de los médicos, el famoso síndrome del recomendado y las meteduras de pata que finalmente pagan los de siempre: los PACIENTES. Y aquí quiero aclarar que lo de los pacientes con mayúscula no ha sido casualidad, si no puramente intencionado. Explico el por qué.
Vinimos el viernes a Sevilla a pasar el puente que en Madrid llega hasta el miércoles 2 de Mayo y la primera "sorpresa" que nos encontramos ya fue en la estación de Santa Justa. Mi suegra no vivo junto al resto de mi familia política a recogernos. Y estando mis hijos de por medio, creedme que ambas abuelas van y están...les duela lo que les duela.
Pero mi suegra no estaba. Llevaba varios días jodidisima con un dolor muy agudo en la parte posterior de la pierna, sin ningún otro diagnostico que el muscular (llamarlo tirón, contractura, rotura o cómo queráis). El caso es que por suerte, uno de los mejores amigos de mis suegros es neurocirujano, y vino a casa varias veces a verla, confirmando la "muscularidad" del diagnostico.
También es mala suerte no dar a la primera con un diagnostico acertado, a pesar de que mi cuñado la llevo a urgencias (sin bovedad diagnostica, por cierto). Resumen. A tragar y a rabiar de dolor a ver si con el paso de los días el cielo despeja los nubarrones.
Pero volviendo al asunto. Llegamos el viernes por la noche a Sevilla y el Sábado andábamos sedientos de feria de abril y fuimos a celebrar el cumpleaños de mi suegra a la feria. Estuvimos tranquilamente sentados, comiendo y bebiendo hasta q se puso a llover a cántaros y decidimos marcharnos a casa con los niños en brazos, mi mujer y yo literalmente a la carrera mientras llovía intensamente.
A partir de esa misma noche, mi suegra se diluyó cono un azucarillo, fruto de un intensisimo dolor que no la dejaba siquiera dormir ni descansar...pues estaba fatal sentada, tumbada, de pie...
Finalmente, y tras una noche horrible y sin apenas dormir, mi mujer y mi suegro se la vuelven a llevar a urgencias...y tras un día entero allí, el diagnostico es una hernia de disco con su mas que probable operación esta misma semana.
Al final -anécdotas a un lado- la realidad es que por el primer fallo, la mujer se ha llevado gratis dos semanas de dolores y el disgusto extra de tener que quitarse del "turrón" justo cuando nosotros estamos aquí. Doble dolor. El físico (evidente) y el psicológico. Y todo por la mala suerte, por el exceso de celo de un amigo o por el arcoiris.
Nunca es buen día para que te diagnostiquen nada...pero hay fechas que desde luego no pueden ser peores.