18 febrero 2013

El Blog del Marketing

La importancia de estar en el lugar y el momento adecuado


El factor suerte está presente de una u otra forma en todo lo que hacemos, durante gran parte de nuestra vida. No digo con esto que lo que nos ocurre sea derivado de la buena o mala suerte, pero si creo que hay gente que tiene estrella y otros que viven estrellados. Gente con flores o cardos en el culo, y sobre esto quería reflexionar en este post.

Estar en el lugar adecuado en un momento determinado condiciona -o puede condicionar- lo que te ocurra. Del mismo modo que una decisión en un momento de tu vida condiciona muchas de las sucesivas cosas que a partir de ese momento ocurran.

Puede que acabes en la empresa de tus sueños, pero que el momento de aterrizar en la misma no sea el mejor. Aún así, luchas por tu futuro profesional dentro de esa empresa, y un factor relativamente externo -como que se carguen a tu jefe- puede echar al traste tu esfuerzo. Pero quizás te queden fuerzas y confianza en ti mismo como para seguir empujando.

Y quizás después te metan a un jefe que es un ladrón y un sinvergüenza  que a punto está de involucrarte en sus movidas sin que hayas tenido que ver ni por asomo en sus teje-manejes... pero sigues actuando como toca y mirando al frente mientras las ventas no van, y a tu alrededor la empresa entra en una vorágine de estructuras y re-estructuraciones a nivel mundial que de tanto mover el árbol  hacen caer mucho fruto (mucho maduro, pero también otro que estaba en perfecto estado)

Pero tu eres un "surviver", y consigues salir adelante... pero por algún motivo, a tu derecha e izquierda, los tipos que tienes a tu nivel, tratan de comer de tu plato y quedarse con lo que es tuyo. Y en vez de perder tiempo y energía en juegos sucios y complicados movimientos de poder y peloteo, tu sigues empeñado en sencillamente hacer bien tu trabajo y tratar de olvidar la farándula que revolotea a tu alrededor cual pavo real con el único objetivo de llamar la atención de los que deciden.

Y entonces, algunos desaparecen de la escena fruto de otra de esas reorganizaciones, y a ti, como por arte de magia te promocionan para un puesto mejor... y luego pasan cosas que no te convencen, y aprovechando la situación de "mejora" reciente, sales al mercado y tienes la suerte de dar con un puesto que te viene como anillo al dedo en otra empresa que -por cierto- poco después compruebas que está empezando un ciclo destructivo similar.

Y podría seguir describiendo la situación durante horas... pero este post no lo hago para hablar de mi, sino de mi amiga (llamémosla "P"), que después de unos cuantos años en mi equipo, decide dar el salto hacia el área donde siempre quiso estar, y que por estar en el momento equivocado, junto a la persona que en ese momento tiene gente señalándola, termina primero ocupando una posición mejor -fruto de un gran trabajo y un "cambio de ritmo", para después, por el mero hecho de ser la amiga del señor "D", terminar con las patitas en la calle justo en el momento más inoportuno.

En fin, quizás este post no os importe a ninguno de nosotros, pero llevo todo el rato pensando lo importante que son "todos esos factores". Porque puedes hacer un gran trabajo y tener éxito, o hacer el mismo gran trabajo y acabar en la calle a los 4 meses sólo porque quién te fichó está defenestrado y todo lo que huela a "él" es susceptible de ser exterminado.

Y mil cuentos chinos semejantes.

Así que este post va dedicado a ti, amiga "P", y a la buena-mala suerte que tuviste. Pero ahora no queda tiempo para lamentos. Hay que salir con la cabeza alta, sacando pecho (ejem) y mirando hacia delante con el culo prieto para seguir empujando sin dejar de sonreir. Porque si pierdes esa sonrisa y cambias tu forma de ser... entonces si vas a tener un serio problema (esta vez conmigo)

Animo. Todos los días sale el sol!!

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola amigo, en breve podrás ir preparando la segunda parte de este post. Tengo otra historia para ti que te va a gustar

Pedro Molleda dijo...

no me digas?

no tendrá que ver con un grupo de irreductibles galos, no?

Anónimo dijo...

Pedro, supongo que se pueden sacar muchas conclusiones de una historia así, incluso habrá quien piense que son lecciones que deberían aprender los que lo sufrieron, pero yo digo que la cosa va en caracteres, se trata de ADN, y yo estoy convencido de que la amiga "P" hizo lo correcto en todo momento... Abrazo. D.G

Pedro Molleda dijo...

el caso amigo D, es que estoy seguro que hizo lo correcto, pero para los ojos de detarminadas personas, eso no es suficiente

y a eso me refiero... hay que tener la suerte de estar en el momento adecuado... o cosas tan externas como estas, te pueden llevar por delante incluso haciendo un gran trabajo

abrazo amigo!!

Anónimo dijo...

"P" "D.G" y Pedro. Solo decir que me siento orgulloso de haber coincidido con vosotros y de cada uno he aprendido partes importantes, sois profesionales como la copa de un pino. Creo que P es de las personas mas fuertes e inteligentes que conozco, asique seguro que triunfa en otro sitio y pronto leeremos esa historia de galos 😏. "A"

Asesorias dijo...

La suerte es muy relativo y las coincidencias tambien, más bien esto está ligado al destino de cada persona, y el esfuerzo y desempeño que pone en cada actividad que realizan.

Pedro Molleda dijo...

"A", gracias por tus palabras... y espero coincidir pronto de nuevo.

Sobre el comentario del destino (@Asesorias), creo que podemos llamarlo como queramos, pero al destino le veo un factor más fuerte de "inmovilismo", y sin embargo creo que con actitud y suerte, las cosas pueden salir bien (aunque también, sin duda, mal)

salu2