Utilizar el reloj como intercomunicador ha sido utilizado desde los comienzos del cine. Desde Superagente 86, pasando por dibujos animados, Star Trek o Michael Knight comunicándose con el coche fantástico, es una escena que hemos visto recurrentemente en la pequeña y gran pantalla desde hace algunos años.
Y ahora parece que con los smartwatch estamos un poco más cerca de ver imágenes como las del vídeo que ha utilizado Samsung para promocionar el Samsung Gear (gran anuncio, por cierto!!)
Pero ¿cumplirán estos relojes inteligentes con lo que los consumidores pueden esperar de ellos? A priori me parece difícil porque creo que el producto en sí está inmaduro aún.
En cierto modo -insisto, sin haberlo probado aún- me recuerda a los comienzos del teléfono móvil como producto masivo-no-exclusivo a comienzos de los 90. La gente iba subiéndose al tren de la tecnología móvil casi por inercia. Parecía una obra maestra del marketing, que en vez de satisfacer una necesidad, la estaba creando desde cero.
Recuerdo frases del tipo: "yo el móvil lo tengo para los viajes, por si pasa algo",...pero poco a poco el producto fue madurando, los fabricantes apretando, los operadores móviles ofreciéndonos "magníficas" soluciones en movilidad, ... y esta bola no ha habido nadie capaz de pararla.
Creo que con el smartwatch puede pasar algo parecido. Hoy no vemos claramente las ventajas del mismo .De hecho, en su gran mayoría han de ir "linkadas" al teléfono para que nos lleguen las notificaciones, correos, etc. Y eso es un paso atrás de décadas. Debería ser un dispositivo independiente, con conectividad por sí mismo... y no en todos los casos es así.
De todos modos, en tecnología o te mueves o caducas, así que próximamente os contaré mi experiencia en primera persona con el Smartwatch de Sony que tendré la oportunidad de probar intensamente.
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