De unos meses a esta parte parece que los cigarrillos electrónicos se han puesto de moda. Donde antes veíamos tiendas de chinos, ahora vemos tiendas que venden cigarrillos electrónicos, e incluso se dan el lujo de posicionarse al lado del vegusto comercio llamado estanco, en un claro signo de que lo moderno se come a lo antiguo (aún a sabiendas de que pudiera quedarse en una moda).
Además hay otras consideraciones que tener en cuenta a la hora de comercializar y legislar el tema de los cigarrillos electrónicos en España. No podemos dejar de lado el hecho de que el Gobierno se embolsa una buena cantidad derivada de los impuestos del tabaco, que supongo que terminaría repercutiendo de algún modo a los cigarrillos electrónicos (al menos al líquido que les da sabor). ¿Creéis que el gobierno va a renunciar fácilmente a tan suculenta fuente de ingresos?
Pero en otro orden de cosas, la realidad es que a priori me parece buena idea que los fumadores sustituyan sus hábitos-chimenea por los limpios y casi inoloros cigarrillos electrónicos (para su salud y la de los que les rodean)
Entre los distintos modelos, he descubierto uno que no tiene batería recargable (como algunos) y que es el líder en Estados Unidos (ese lugar donde inventan cosas y luego las venden como nadie), con más de 60.000 puntos de venta en todo el mundo. Y es que ya de probar a cambiar -el que fume- yo probaba con uno grande, no con uno de segunda, que ya sabemos que con la salud no se juega. Se trata de NJOY, que además juega en el nombre comercial con la palabra enjoy (disfruta).
Os dejo un vídeo que quizás os aclare un poco más las cosas
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