Me fascina el mundo del
marketing y leo famélicamente (si es que es existe tal cosa) una cantidad
ingente de post sobre estrategias, nuevos paradigmas de acercamiento y en
especial, como conseguir nuevos clientes,
algo que sin duda nos interesa a todos.
Pero hay una cuestión en el
mundo del marketing que nunca se aborda: el
límite, es decir, hasta donde
puedo acercarme al cliente sin atropellar sus derechos y jugarme la reputación.
De eso casi nadie habla en el
mundo del marketing, solo los que nos ocupamos de los derechos de las personas
y por ende, de las responsabilidades y
obligaciones de las empresas y profesionales.
Si tenemos en cuenta que las
nuevas estrategias tienden cada vez más a propiciar la publicidad no invasiva,
el marketing ha de ser necesariamente un marketing
de permiso.
Y de eso se trata cuando
hablamos de protección de datos: del
permiso. El permiso o consentimiento, es la piedra angular en donde deben
establecerse las bases de toda comunicación comercial.
Lo siguiente es el derecho a la información, en donde se
pondera la trasparencia: todo cliente debe saber quien recoge sus datos, con
qué finalidad, con quien los comparte y donde ejercitar sus derechos a
cancelarnos, rectificarlos, oponerse o acceder.
Como profesionales del
marketing, no se puede omitir que si se trata de captar clientes, atender a los derechos de los clientes debe ser
parte imprescindible de un buen
asesoramiento.
Una estrategia de marketing
que desconozca o peor, omita, los
derechos fundamentales de las personales al honor y la intimidad, no puede
nunca llegar a buen puerto, llegará en todo caso, a un buen expediente
sancionador de la Agencia Española de Protección de datos.
No puede ir uno de oráculo del marketing sin
entererarse ni responsabilizarse de informarse correctamente sobre importancia de generar confianza on-line, de
lo vital que es tener una ética de la información y de los riesgos a los que se
exponen y exponen a sus usuarios incumpliendo una norma de carácter obligatorio
que solo pretende que actuemos con responsabilidad frente a la información
personal que recogemos.
Y que es
lo que tienen que saber? Básicamente tres cosas:
1.- Las
personas tienen datos personales que les pertenecen y como tal, tienen derechos
respecto a ellos que es necesario conocer y respetar.
2.- No hay
ninguna técnica de marketing que pueda estar al margen de estos derechos
3.- Si el
factor decisivo en un proceso de compra on-line es la confianza, no hay manera
de obtener confianza si burlamos los derechos de las personas y abusamos de su
información personal.
Como
anécdota final, contar que al advertirle a un referente del marketing sobre un
post en donde recomendaba estrategias que iban en contra de la legalidad en
materia de protección de datos, decidió borrar varios comentarios de
profesionales del mundo de la LOPD y bloquearnos acto seguido, toda una
declaración de principios.
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Blogger Invitado: Marina
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