En la sociedad 2.0 que habitamos hoy día se
necesitan una serie de herramientas y perspectivas para destacar sobre los
competidores y crear una imagen que atraiga y fidelice a nuestros seguidores y
clientes. El Personal Branding es el proceso de convertirnos a nosotros mismos
en una marca, asociar nuestra imagen y persona al mundo laboral para potenciar la
empleabilidad o dar un empuje a nuestro proyecto empresarial.
A
la hora de preparar nuestro personal branding debemos tener claros los
objetivos que deseamos, cuál es nuestro target, cómo llegar a él, qué pasos
debemos seguir y la respuesta deseada. Aunque queramos resultar espontáneos, no
debemos engañarnos, la base que debemos exigirnos tiene que ser lo más
profesional posible. Puede que incluso necesitemos la ayuda y orientación de un
asesor.
Si
queremos destacar, necesitamos ser distintos y originales. Nuestra imagen tiene
que resultar característica y fácilmente
identificable. Aquí debemos tener cuidado de no caer en excesos ni
excentricidades, sino en crear una imagen dinámica, afín a nuestro trabajo y
con los detalles muy cuidados. Incluso los colores de nuestra web o la
fotografía de perfil deben ser adecuados, teniendo bien claro qué deseamos
transmitir: cercanía, experiencia, amabilidad… Es una labor que puede resultar
trabajosa, pero esencial para conseguir resultados.
Aparte
de una web adecuada y de navegación sencilla, es esencial crear perfiles en las
redes sociales. Es necesario que nos puedan encontrar en Facebook –siempre como
página, no como perfil-, Google +, Twitter o Linkedin. Aparte, dependiendo del
área por el que nos movamos en el mundo laboral, puede que también necesitemos
orientarnos hacia Pinterest, Instagram, etc. En todas ellas debe haber muestras
de nuestro trabajo, actualizaciones constantes y respuesta a cualquier mensaje
que nos llegue.
Conseguir un buen feedback es indispensable para afianzar una
red de contactos que valide nuestra labor, nos mantenga al día de novedades y
posibilidades laborales, y promocione y comparta nuestras actualizaciones. Hay
que ser generoso con los demás para que ellos también lo sean; pero también amable,
no escatimar en comentarios –buscando siempre el equilibrio para no caer en
abusos que agoten a los contactos-, cuidar la ortografía y gramática y recordar
que todo lo que escribimos es una exposición de nuestra marca. Los comentarios
y recomendaciones que realicemos serán determinantes a la hora de conseguir
afinidad.
Como
guía para comprobar si estamos recorriendo el camino adecuado, analizar la
repercusión que generamos en las redes será esencial. Apuntar los retweets, comentarios,
seguidores, invitaciones a actos y eventos, tanto en internet como en persona,
nos servirá para comprobar cuáles son nuestros puntos fuertes y en qué áreas
debemos mejorar. Partiendo del listado de objetivos que realizamos en un primer
momento y lo que habremos aprendido por el camino, seremos capaces de realizar
análisis críticos de las estadísticas y los resultados que estamos obteniendo.
Jamás
debemos conformarnos con lanzar palabras al vacío de las redes. Sin una
repercusión de nuestro trabajo podemos decir que este es en vano. Los
algoritmos de los buscadores premian tanto el feedback como la calidad de
nuestra web, por lo que influirá en el SEO –el posicionamiento web- y la
cantidad de visitantes y futuros clientes que lleguen hasta nuestro proyecto.
La
constancia es tan necesaria como el no conformarse con los logros conseguidos.
Los tiempos cambian a gran velocidad y el trabajo regular deberá ser una de
nuestras bases. Pero nunca hay que olvidar los puntos más importantes: la
sinceridad y el compromiso. Estos se filtrarán a través de nuestro trabajo: debe
gustarnos la labor que realicemos para que esta interese también a los demás.
El
personal branding no es una herramienta de uso exclusivamente anglosajón. En el
globalizado mundo que vivimos es de gran importancia y, de momento, sus
resultados parecen infravalorados por las mentalidades más conservadoras. Pero
los tiempos están cambiando y es un método que no hay que dejar pasar si
queremos que nuestro negocio se sostenga sobre los fuertes pilares que nos
otorga el mundo digital. Hay sectores donde ya es práctica habitual (arte, coaching, publicidad, coolhunting…),
pero en realidad es aplicable a todos los trabajos, especialmente en
emprendedores, que tienen la posibilidad de formar su imagen partiendo desde
cero, y parados que buscan trabajo.
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Blogger invitado: Jessica Martín
www.sidn.es