Cada vez estamos más cerca de que las
ciudades sostenibles que se adapten a cada situación puntual de forma
inteligente sean una realidad. Ya existen zonas en ciertas ciudades que ponen
en práctica sistemas próximos al ideal de las Smart Cities, aunque la realidad
es que todavía queda un largo camino por recorrer en este sentido.
*Imagen: blog.garrigues.com
Ahora bien, ciudades como Barcelona
ya buscan un avance en esta línea, y hay proyectos en marcha y pruebas que
intentan acercar la tecnología a la disposición de la ciudad para encontrar un
modelo de urbanismo más sostenible. Semáforos que se apaguen cuando no hay
tráfico, sistemas de iluminación de calles o barrios que se enciendan al paso
de las personas y que únicamente consuman electricidad cuando hay transeúntes,
recomendaciones a las personas en base a los aparcamientos libres de ciertas
calles o sobre la contaminación en tiempo real de cada barrio, y un largo
etcétera de posibilidades.
Imaginemos que viviemos de alquiler en un dúplex en Barcelona y que solemos movernos por el barrio
para realizar nuestras compras habituales. Las Smart Cities tendrán
próximamente la capacidad de leer todas nuestras rutinas y generar ese volumen
de información con el que mejorar su oferta de locales comerciales o los
horarios de las tiendas.
Sabrán a qué tiendas acudimos, en qué
horario lo hacemos, la periodicidad con la que vamos y el tiempo que nos
estamos en cada una. ¿Estará este tipo de información al alcance de las
empresas privadas?
Estos datos son una fuente de negocio
muy potente para las empresas, que sabrán de primera mano el comportamiento de
sus visitantes o clientes potenciales en el barrio, el tipo de target al que
deberían adaptar su oferta, y cómo responden sus acciones de marketing ante los
hábitos existentes en las empresas competidoras de la zona o incluso la ciudad.
Es cierto que el negocio mueve el
dinero, pero ¿no tenemos algo que decir las personas? Si bien toda esta
monitorización de nuestro minuto a minuto servirá para que las empresas adapten
sus productos a lo que buscamos de una forma mucho más personalizada, tampoco
debería darse por sentado que las personas queremos que nos analicen
constantemente en nuestros hábitos vitales, ya sean orientados a la compra o
no.
Otro tipo de avances en materia de
Smart cities. Mientras tanto, desde nuestro teórico dúplex en alquiler en
Barcelona, reflexionaremos sobre si la tecnología avanza a un ritmo mayor de lo
que se puede regular, y si la privacidad de las personas está en peligro o son
alarmas sin fundamento.
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Escrito por: Roger Llorens
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