El otro día volví a comprobar la importancia de la palabra en los negocios. En general en la vida creo que la palabra que cada uno tengamos y la forma de cumplirla nos define en mayor o menor medida.
Es cierto que a veces hay circunstancias que pueden hacer que las condiciones iniciales varien sustancialmente, y -precisamente en esos casos- entonces es cuando la palabra toma mayor valor si nos mantenemos fiel a la misma, demostrando a los demás que se puede contar con nosotros porque los hechos refrendan las intenciones / promesas.
A veces cobro una cantidad por realizar un post de "content marketing". Son post en los que doy mi opinión sobre una marca, producto, campaña publicitaria, etc... a cambio de una remuneración económica previamente pactada. A veces (raramente) te contacta la marca y la mayoría de las veces son las agencias encargadas de llevar el social marketing quienes se ponen en contacto con diferentes bloggers para conseguir mayor viralidad de la acción y al menos coste posible.
El caso es que una agencia me contactó pidiéndome presupuesto para una serie de post semanales de un tema del que suelo hablar en el blog. Como eran casi 3 meses con un post semanal (12 post aprox), les dije que estaba dispuesto a rebajarles un 50% el precio de cada uno de ellos.
Hasta aquí todo normal, pero pasadas 4 o 5 semanas me di cuenta que solo habían contactado para que escribiera uno de ellos. A las 2 o 3 semanas de ese primer post, me contactaron para el segundo, y cobré ambas colaboraciones al precio establecido.
Y entonces les envié un email preguntándoles si acaso la duración de la campaña se iba a retrasar, porque recordaba que ellos me habían hablado de unas 12 colaboraciones en 12 semanas, y que llevábamos 7 y llevábamos solo 2. Entonces me contaron que el cliente había cambiado ciertas condiciones, que no iban a ser tantas colaboraciones, etc, etc.
Pero claro -les respondí- yo os he ofrecido un descuento relevante (50%) para demostrar mi interés en colaborar con la marca en cuestión y por el hecho de que me estabais asegurando (os estábais comprometiendo) a 12 post... y si me dices que esa condición ya no está vigente porque el cliente ha cambiado de opinión, pues el precio que te ofrecí pierde vigencia y a partir de ahora te cobraré como al resto.
Ahora no sé que va a pasar. Quizás no quieran colaborar al nuevo precio (si bien sé de buena tinta que por ahí están pagando sustancialmente más que mi precio sin oferta), pero al menos tendré que ser coherente con mi argumento por el que realicé la oferta, ya que tu no te has molestado en advertirme que las condiciones habían cambiado, ya te comunico yo que la curva de la oferta y la demanda se adapta de modo flexible.
This is market my friend
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