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19 agosto 2014

El verano, enemigo número 1 de los dispositivos electrónicos

Acabo de llegar a Madrid después de mis 3 semanas de vacaciones y además de haber disfrutado mucho y en distintos lugares de la geografía española, el principal resumen en cuanto a "lo tecnológico" de las mismas podría resumirse con el titular del post. 

El verano es el enemigo número 1 de los dispositivos electrónicos

(al menos en mi caso así ha sido)

Os preguntaréis por qué. Os cuento detalladamente el motivo de la afirmación anterior.

Para empezar el verano pasado nos entraron a robar en uno de los sitios donde estuvimos pasando una semana de veraneo, y nos robaron un iPad, una cámara de fotos, un teléfono móvil y el ordenador portátil (además de alguna otra cosa)

Y este año (que no nos han robado) el Sony Xperia Z1 de mi mujer apareció un día misteriosamente con una raja que cruzaba la pantalla de lado a lado, con el resultado que la mitad superior de la misma no respondía al contacto táctil, perdiendo la mayoría de funcionalidades.

Además, a dos días de terminar mis vacaciones, el Kindle con el que este verano he leído El abuelo que salió por la ventana y se largó (me encantó) e Inferno (Dan Brown), apareció con la pantalla ilegible, supongo que por un golpe o -más bien- porque alguno de mis hijos haya podido pisarlo.

Por si fuera poco, uno de los días que estábamos de vuelta en la piscina de la urbanización, quise hacerle una foto a mi hija en la piscina aprovechándome de las "características acuáticas" de mi Sony Xperia Z1 Compact y uno de sus principales puntos clave de venta, (sumergible y operativo bajo el agua)... y cuando me quise dar cuenta, el teléfono está completamente inservible (salvo como pisa-papeles).

Está claro que el caso del Z1 de mi mujer se habrá debido a algún golpe (o a que a alguno de los niños se le haya podido caer al suelo), y a pesar de la funda, el teléfono ha quedado inservible. Algo parecido ha debido ocurrir con el Kindle... pero lo del Z1 Compact (teléfono del que estoy enamorado), no es normal. Ya lo había sumergido otras veces en el agua y he hecho bastantes fotos con el. Y en esta ocasión -como en las otras- comprobé que todas las tapas estaban correctamente selladas... pero aún así el teléfono ha quedado inservible

El resumen es obvio. El verano es el principal enemigo de los dispositivos electrónicos. ¿a ti te ha pasado algo parecido?

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