¿Cuántas veces hemos tenido que acudir a amigos y conocidos para que nos ayuden a decidirnos por una entidad bancaria u otra a la hora de pedir un crédito?
Yo desde luego recuerdo haberlo hecho con el "momento hipoteca" (momento para el que, por cierto, nadie nos prepara suficientemente). Es verdad que la tendencia desde hace unos años, por mucho que se hable del poder "referenciador" de las redes sociales, se está moviendo hacia los comparadores de ofertas.
Hemos visto que hay comparadores para casi todo. Telecomunicaciones, seguros... y ahora lo que realmente va a yudar a millones de usuarios para pagar menos, o al menos decidir qué pagar, en sus préstamos personales.
Este tipo de webs están marcando claramente nuestro patrón de compra para ayudarnos a comparar distintas opciones de un modo visual que -de paso- nos ayude a ahorrar dinero mientras que ellos (como hacen las agencias de viaje online) se llevan una comisión que cobran a las entidades sobre las que comparan y que llega el caso de que no pueden permitirse el lujo no estar presente en dichos sites, aún a costa de ver penalizados sus márgenes.
Es el famoso juego de margen vs volumen. Sacrificas márgenes a cambio de asegurarte una visibilidad extra en estos canales online y -por qué no decirlo- una puerta abierta quizás a otro tipo de usuarios que buscan precio a toda costa.
Quizás sea más beneficioso para los pequeños que para los grandes, pero ninguno se puede permitir no estar presente en un momento en el que la competencia es feroz y uno de los "drivers" principales de compra por parte del consumidor es el precio.
Así que aprovéchate de este tipo de comparadores de créditos y ahorra todo lo que puedas, porque esto es una demostración de que la competencia a quién finalmente beneficia es al consumidor.
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