Poniendo el acento en los
contenidos, hablamos de una estrategia que no necesita costosas inversiones
publicitarias en los medios tradicionales, y logra a la vez fidelizar a los
clientes, mejorar el posicionamiento orgánico en buscadores, situar a la
empresa como experta y atraer a consumidores potenciales como si de un imán
se tratara. Vamos a explicarte en que consiste la magnética fórmula del
marketing de contenidos y cómo puedes implementarla para mejorar los resultados
y la imagen de tu empresa.
Marketing de contenidos: claves para alcanzar el éxito
Todas las definiciones del marketing
de contenidos coinciden -a grandes rasgos- en que este debe basarse en la creación
y distribución de contenido relevante y valioso para atraer a tu público
objetivo. De manera más coloquial, se trata de intercambiar información de
valor por la lealtad de los clientes, de la cual surge una mayor tasa de
conversión -suscripciones, ventas, participación en redes sociales-, incremento
en el tráfico de la web y una posición de prestigio en el sector.
¿Cómo se consigue este éxito tan
deseado? Escribiendo, escribiendo y escribiendo. La clave del marketing de
contenidos reside en utilizar una o varias plataformas -página web, blog o
canal de contenido multimedia-, para comenzar a generar contenido atractivo, creativo y orientado a tu segmento de
clientes potenciales.
Dichos clientes se convertirán en
tu comunidad de usuarios que, a través de interacciones y comentarios, generarán un feedback muy útil que
te ayudará a mejorar y corregir diferentes aspectos de tu empresa. No se trata
de una técnica a corto plazo, sino que requiere constancia, paciencia,
originalidad y una buena planificación estratégica. En contraposición a la
publicidad tradicional -de carácter más invasivo y también denominada
estrategia push por considerarse de empuje, obstinada en ofrecer precios
competitivos basándose en el producto y no en el cliente, mediante la irrupción
en programas o espacios informativos-, el marketing de contenidos es una
estrategia pull, que busca atraer al cliente para que éste quiera
devorar voluntariamente contenidos interesantes y especializados.
La calidad es la reina
del SEO
El SEO no es una ciencia exacta,
pero sí que existe una directriz clara para que el rey de los buscadores tenga
en cuenta a tu página web y la premie indexándola en posiciones cada vez más
altas: la calidad de los contenidos es fundamental. Junto a otros
factores determinados por el algoritmo de Google -código limpio, densidad de
palabras clave, hipervínculos externos o calidad de las imágenes, entre otros-,
que los contenidos sean originales y no duplicados, interesantes y con una
extensión superior a las 400 palabras es el comienzo del éxito.
De hecho, el nuevo algoritmo
denominado Hummingbird -Colibrí en castellano-, ya tiene en cuenta
el sentido semántico de las frases, la geolocalización y las búsquedas de voz
desde dispositivos móviles. En definitiva, los contenidos de valor e
inéditos son la prioridad de Google.
El marketing de contenidos genera
grandes ventajas en los rankings. Si echamos un vistazo a datos como el último
estudio realizado por Quicksprout, los sitios web que mantienen un blog
tienen una media de 434% más de páginas indexadas. Además, el contenido de
calidad genera un 97% más de links externos. Por otra parte, el
posicionamiento de palabras clave a través de long tail ha aumentado en un 68%
desde 2004 y las empresas ya invierten un 25% de su presupuesto en marketing
en contenidos. En síntesis: si no tienes un buen posicionamiento en
buscadores no existes, y si no generas contenido de calidad, lograrlo es muy
complicado. ¡Ponte manos a la obra!
¿Conoces bien a tu
público?
Como decía McLuhan, el medio es el mensaje. El
contenido y el formato deben ajustarse entre sí, y orientarse al perfil de
aquellos que consumen la información que generas. Por ejemplo, no es
adecuado que un videoblog para adolescentes emplee un lenguaje pedante o
enrevesado ni que una revista online para una empresa de deportes tenga un
diseño aburrido, denso y carente de imágenes. Por tanto, debes conocer a tu
público y buscar una fórmula duradera y con gancho para él.
Pregunta a tus usuarios, realiza sondeos previos,
planifica las palabras clave y su número actual de búsquedas mediante
herramientas como el Keyword Planner de
Google, monitoriza tu contenido y emplea la analítica web -como Google Analitycs- para detectar cuáles son los contenidos que mejor
funcionan y cuáles son las mejoras que debes implementar en la web.
¿Que arma te recomendamos sin
dudarlo? El blog de nicho, o lo que es lo mismo: un canal corporativo en
forma de blog o página web donde los seguidores de tu marca o empresa puedan
encontrar información relevante sobre el sector o tema al que perteneces. La
alta especialización es el ingrediente básico de los blogs de nicho, una
técnica mucho más efectiva y con una tasa más alta de penetración que los
medios generalistas. Este tipo de apuesta aborda los contenidos con más
profundidad, genera una comunidad fiel alrededor y ofrece muchas más
posibilidades de monetización directa a través de publicidad, venta de
productos y programas de afiliados.
Los datos hablan por sí solos: el
61% de los consumidores dicen que se sienten más identificados con una empresa
que posee un blog, y un 50% de consumidores afirma que el marketing de
contenidos influye de forma positiva en su decisión de compra. En las redes
sociales, el pastel se reparte para aquellas marcas que difunden contenido
interesante y atractivo, logrando que los consumidores se identifiquen y e
interactúen con ellas.
En definitiva, ¡ponte en marcha! Es
necesario tiempo, esfuerzo y perseverancia para crear un blog de nicho
entretenido, original y potente que llegue a tu audiencia específica,
aumente tu tasa de conversión, mejore tu posicionamiento orgánico y logre que
el tráfico de tu página suba como la espuma, pero la buena noticia es que
merece la pena.
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Blogger Invitado: Nuria Cámaras León
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