Podría darle las gracias por haber puesto mi desarrollo y madurez por encima de sus intereses al dejarme volar a Madrid cuando tenía 18 años, porque desde entonces estamos a 400 km de distancia, con lo que eso implica (sobre todo ahora, con los peques)
Podría darle las gracias por acompañarme a todas las canchas de baloncesto cuando jugaba, y pasar frío mientras yo disfrutaba de mi deporte favorito
Podría darle las gracias por enseñarme a ser buena persona. Por poner los valores siempre delante de cualquier otra cosa
Podría darle las gracias por las veces que se levantaba conmigo a las 5 y pico de la mañana para poder estudiar en época de exámenes, o para que me diera tiempo a hacer la tarea antes de ir a entrenar a natación y después al colegio
Podría darle las gracias por las noches que se pasó despierta esperando a que yo llegara de juerga con mis amigotes, o por los cientos de veces que me llamaba por teléfono para preguntarme qué tal estaba.
Podría darle las gracias porque me lo ha puesto todo en bandeja en la vida. Todo lo que estaba en su mano para que el último empujón lo diera yo, y por ayudarme a ser responsable (mamá, no se si lo has conseguido al 100%)
Podría darle las gracias por querernos y por querer a sus nietos de una forma que no puede expresarse, y por hacernos las coberturas en verano, cuidándoles mejor que nosotros lo hacemos. Y gracias por enseñarme cómo se puede querer a los hijos y entender lo que nos quieres y has querido desde el momento que salimos de ti
Pero en vez de escribir un post kilométrico con el agradecimiento que le tengo a mi madre justo hoy que es domingo y es día de la madre, me gustaría compartir este emotivo vídeo de Procter&Gamble con motivo del día de la madre, que arranca los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016
Gracias mamá. Te quiero
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