Hoy viendo el programa de Bertín (porque realmente da igual el nombre que le pongan, o en qué cadena lo emiten, es y será siempre el programa de Bertín Osborne) he visto el último anuncio de IKEA que he de reconocer que me ha encantado.
Primero por el concepto, en el que los de IKEA reclaman menos deberes para los niños y más diversión... diversión durante las cenas en familia.
Si bien no todo es tan idílico como lo muestran (obvian las protestas por el plato que no quieren, las luchas para que coman bien, se limpien la boca antes de beber, no se peleen entre los hermanos, etc), creo que en el fondo los niños se pasan demasiado tiempo (9 meses de curso escolar) liados con tareas diarias y responsabilidades extra a las 9 horas diarias que ya pasan en el colegio.
Desde muy pequeños les convertimos en pequeños robots de llevar a cabo rutinas. La rutina de estudiar, la de hacer los deberes, etc... y se les deja poco espacio para innovar, para descubrir, para exponer y discutir sus ideas, aunque sean pequeños y las ideas una -preciosa- locura difícil de argumentar e incluso de defender
En otros países, o en el nuestro, pero en otros modelos educativos, fomentan precisamente esta creatividad y este aprendizaje usando "otras vías" que alejan a los niños de las tareas, los exámenes, etc. No sé si los resultados son mejores o peores, pero imagino que la salud mental de los niños y la felicidad de los largos inviernos será diferencial.
¿Te gusta la propuesta de IKEA de fomentar la #cenología? A mi sí. Y mucho
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