Todas las multinacionales tienen un departamento de legal que cubre un alto porcentaje de las necesidades organizacionales que puedan surgirles (nunca se cubren todas, y las que son muy específicas suelen requerir la subcontratación por proyecto de alguna firma externa).
Pero las multinacionales son solo la parte de arriba de la pirámide. El tejido de empresas de cualquier país lo conforman las pequeñas y medianas empresas que -por razones obvias- no pueden contar con estructuras suficientes para cubrir casos que se dan pocas veces a lo largo del año. Da igual que estés en una ciudad pequeña o que estés buscando asesoramiento jurídico en Barcelona.
La situación se repite una y otra vez. Hay cambios regulatorios a nivel nacional o europeo que tienen un alto impacto en todas las empresas, y cuya adaptación a la norma no resulta igual de orgánica en una empresa con profesionales en el ámbito legal, donde puede implicar cierto nivel de especialización por alguien de dicho departamento, o la adaptación de una PYME, que por sí misma es posible que no tenga el músculo suficiente para afrontar según qué cambios.
De hecho, la mayoría de las empresas europeas llevan varios meses en un sprint bastante largo para poder adaptar sus interacciones con sus clientes siguiendo las pautas de la GDPR (General Data Protection Regulation), que sustituye a las leyes que estaban en marcha en cada uno de los países, para darle un cariz mucho más proteccionista para con sus clientes existentes y potenciales en una regulación europea que tiene que estar aplicada y en marcha para finales de Mayo de 2018, y sin el asesoramiento de expertos como GD Legal no podrían asegurar su completa adaptación a la nueva norma y por tanto, se exponen a unas multas que superan con creces a las que actualmente están vigentes en leyes como la LOPD...y es que desde Bruselas se están tomando muy en serio la protección de la privacidad de usuarios y clientes.
Y visto lo visto recientemente con los datos personales de Facebook y los escándalos para influir en el voto en las últimas presidenciales americanas, no le falta razón a la comisión europea. Sobre todo pensando la cantidad de datos que actualmente dejamos en manos de terceros. Redes sociales, aplicaciones, y un montón de empresas que tratan de fidelizarnos a cambio de nuestros datos, o simplemente recibiendo los de cada interacción que hacemos con cada una de esas empresas.
Así que, si no estás seguro de haber cumplido con GDPR o tienes abierto algún proceso donde te vendría bien un asesoramiento por parte de expertos, quizás debas pensar bien cuál es la mejor estrategia.
