El día a día en el trabajo puede llegar a ser muy estresante (lo es de hecho, desconozco el motivo por el que he querido jugar con condicionales o con hipótesis... pero escrito está). El caso es que un año, incluso con las vacaciones de por medio, se hace largo y de una forma u otra, en mayor o menor medida, todos andamos con una pequeña luz encendida en el fondo de nuestro cerebro que palpita casi sin energía, pero que conforme se acercan las fiestas de Navidad y el merecido team-building de fin de año, comienza a ganar fuerza.
En mi caso es algo que hago siempre y que creo que es muy sano. Además el coste-beneficio siempre sale positivo, ya que siento que el equipo resetea de algún modo y deja
de lado toda la presión y aquellas cosas que no hayan ido todo lo bien posible a lo largo del año, para entregarse a dos días de trabajo, con una mañana (y la noche anterior, que hay que decirlo todo) de puro ocio y desconexión.
¿Solamente eso? No. Es ocio, sí. Es desconexión de la rutina diaria, también... pero es unión y generación (o refuerzo) de lazos con la gente con la que más tiempo pasas de lunes a viernes, tu equipo. Tu departamento, o dicho de otra manera, los que os ponéis todos los días la misma camiseta, os subís a la barca y remáis en la misma dirección, buscando un objetivo común.
Pero encontrar esa actividad que consiga motivarles a todos es prácticamente imposible. Y que conste que hay muchísimas actividades que dan para pasar 3 o 4 horas de trabajo en equipo y risas por doquier. Por ejemplo, nosotros fuimos hace dos o tres años a una actividad tipo "humor-amarillo". En un recinto a las afueras de Madrid, donde fui consciente de la importancia de las
carpas para eventos deportivos, ya que el aspecto del lugar me pareció super profesional, aunque las actividades fueran de lo más simples (y no por ello menos divertidas) pasamos una mañana de viernes y risas que nos convierte en mejor equipo gracias a los lazos que se crean entre gente que quizás en el día a día no interactúan tanto entre ellos por diversas circunstancias.
En este sentido, poner tu marca en una carpa que conviertas en soporte publicitario y por tanto ganar visibilidad es una acción de marketing muy deseable y de alto impacto en tus potenciales clientes. Hay empresas como Röder que ofrecen este servicio. La
venta de carpas Röder te ayuda a tener un extra de presencia a una marca concreta o a la empresa (dependiendo de lo que se quiera promocionar), lo que mejora tu imagen corporativa y el recuerdo de marca por parte de clientes existentes y potenciales.
En otro orden de cosas, y hablando de eventos corporativos para unir equipos, también hicimos el año pasado una actividad de scape room, que por cierto recomiendo encarecidamente, si bien tiene la problemática de que si tienes un equipo grande, has de dividirlo en 2 o más, porque no tiene sentido que demasiada gente se meta en la misma habitación para tratar de resolver pistas y salir de la misma sin que se produzca el efecto contrario, que es que se termine discutiendo o -peor aún- que ocurra ese clásico efecto español de "unos miran y otros piensan/trabajan"