Seguro que todos coincidís conmigo en que cuando la telefonía móvil se convirtió en un "commodity", los SMS empezaron a cambiar nuestra forma de comunicarnos con los demás. Lo que ahora se ha convertido en un estándar, en ese momento era una auténtica revolución.
Al principio, las operadoras le sacaron muchísimo rédito a esta forma de comunicación instantánea, con tarifas elevadas que engordaban su línea de ingresos sustancialmente.
Años después, cuando los datos móviles se democratizaron y llegaron las tarifas con cupones de datos, llamadas e incluso SMS, la cosa fue cambiando, y los ingresos por los mensajes cortos fueron reduciéndose paulativamente, a la vez que se "camuflaba" el precio de los servicios de datos y llamadas dentro del bono de turno del que, por cierto, siguen explotando las operadoras desde la inclusión del Internet de casa y los servicios de televisión en streaming.
Pero con este post no quiero analizar las estrategias seguidas por parte de las operadoras de telecomunicaciones para sobrevivir en un mundo en el que los márgenes se van reduciendo poco a poco, y las consecuencias no se han hecho esperar, con expedientes de regulación de empleo en unas y otras (Vodafone lleva 3 en los últimos 3 años, y en Movistar también ha tenido al menos un ERE reciente que yo recuerde)
Lo que quería comentar es que aunque para las comunicaciones entre personas el SMS ha quedado en el olvido por el efecto sustitución de plataformas como Whatsapp o Telegram (entre otras muchas), las empresas siguen apostando por el SMS como vía de comunicación con sus clientes, ya que la opción de Whatsapp puede parecerles muy intrusiva, y las de las notificaciones viá App, exige un paso previo, que es la instalación de la aplicación de turno por parte del cliente.
En fin, que aunque se haya popularizado la creencia de que los SMS están muertos, creo que para el mundo empresa-cliente, siguen vivos... y muy vivos diría yo. Las empresas siguen usando estrategias de SMS marketing para llegar a sus clientes, ya que estas tienen tasas de apertura muy altas, y además permiten insertar contenido digital (rich content, con enlaces otras webs). Ni que decir tiene las posibilidades que este tipo de contenido ofrece a las empresas, y también a los clientes, ya que realmente complementa un frío mensaje, dotándole de contenido en forma de imágenes, vídeos o páginas web tener un "call to action" que termine generándoles ventas incrementales a la empresa que las lleva a cabo.
Es una especie de marketing de inmediatez, que creo que tiene mucha utilidad por ejemplo para ofertas exclusivas y de última hora, para enviar recordatorios sujetos a un evento que ocurra dentro de poco tiempo, etc. Y la ventaja es que existen formas de hacer este tipo de marketing en SMS de forma masiva, asegurando un impacto personalizado de forma masiva.
Desde luego si los SMS son nuestra opción, es importante contar con una plataforma de SMS marketing que permita personalizar los envíos, poder hacer un tracking correcto de las tasas de apertura, los mensajes rechazados, etc. Muchas empresas centran sus esfuerzos en la parte más estratégica (lo cual tiene sentido), pero después descuidan la operativa, y una elección de una herramienta limitada, limita igualmente la efectividad de dichas acciones, y sobre todo, si no tiene un buen motor de estadísticos, compromete tus acciones a futuro, ya que no podrás obtener una lectura correcta de los resultados obtenidos.
Desde luego si los SMS son nuestra opción, es importante contar con una plataforma de SMS marketing que permita personalizar los envíos, poder hacer un tracking correcto de las tasas de apertura, los mensajes rechazados, etc. Muchas empresas centran sus esfuerzos en la parte más estratégica (lo cual tiene sentido), pero después descuidan la operativa, y una elección de una herramienta limitada, limita igualmente la efectividad de dichas acciones, y sobre todo, si no tiene un buen motor de estadísticos, compromete tus acciones a futuro, ya que no podrás obtener una lectura correcta de los resultados obtenidos.
A fin de cuenta el teléfono lo llevamos siempre encima, y no hay mayor oportunidad para la empresa que saber que su cliente (actual o potencial) va a poder ser impactado casi instantáneamente. Además hay un factor sorpresa en el hecho de recibir un SMS, al menos en mi caso. Es tan raro recibirlos si comparamos el volumen de los mismos comparados contra Whatsapp, que casi siempre terminas abriéndolo casi instantáneamente.
¿Sigues creyendo que los SMS están muertos? Yo creo que no. ¡Larga vida a los SMS!
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