Aunque siempre se habla de marketing, de tendencias digitales y sobre cómo las tecnologías han convertido la rutina diaria y laboral en algo más sencillo, no siempre ocurre así, y muchas personas no tienen la misma facilidad de afrontar los cambios que la tecnología, las tendencias, la digitalización y el marketing suponen.
El teletrabajo es hoy una de esas tendencias crecientes, y ha afectado no sólo a los trabajadores que por su profesión ya tuvieran hábitos de trabajar remotamente -como el caso del marketing, de la publicidad y demás industrias “nativas” digitales-, sino que el cambio más pronunciado sucede y está sucediendo en aquellas personas que estaban acostumbradas a la relación oficina-trabajo y a la distinción física de hogar-trabajo, siendo lo más difícil de asumir y controlar en esta era del teletrabajo, que asoma su cabeza.
Todo es cuestión de aprender
Al igual que el mejor caricaturista de internet no se forjó en un día, el teletrabajo es un hábito y una manera de trabajar que se puede aprender en pocos pasos, con sencillos trucos, y con recursos gratuitos y de calidad, como los que ofrece la web Internet Paso a Paso, enfocada en cursos gratuitos para iniciarse en las tecnologías y en lo que las demandas laborales actuales exigen. Desde el uso de las redes sociales, aplicaciones de comunicación corporativa, mensajería instantánea, y hasta esos ‘life hacks’ que son vitales en el uso de sistemas operativos o dispositivos móviles de determinadas marcas, y hasta plataformas de almacenamiento en la nube, o el trabajo colaborativo, que en su conjunto representan el día a día de un trabajador digitalizado (de un teletrabajador).
El aprendizaje, entonces, se convierte en una necesidad ineludible para encontrar la adaptación y la comodidad, aspectos cruciales para que el teletrabajo sea efectivo, medido en el logro de objetivos, pero también eficiente, haciendo que trabajar desde casa o fuera de la oficina sea incluso más provechoso en el uso del tiempo y de los recursos, situaciones donde las nuevas tecnologías y muchas de las plataformas mencionadas colaboran.
Retos del teletrabajo y cómo debes adaptarte
Como se ha indicado antes, hay profesiones que por su naturaleza tenían más fácil habituarse al teletrabajo. Las asociadas con el marketing digital, la publicidad, o los medios de comunicación 2.0, no tendrían que hacer malabares para adaptarse a las nuevas rutinas de trabajo.
Pero aquellas profesiones y aquellos trabajadores acostumbrados al contacto directo con sus jefes o compañeros, a llevar material impreso de una oficina a otra para correcciones o modificaciones, y que ahora deben digitalizar cada una de esas cuestiones, sí han visto mermada su productividad, y sobre todo, incrementado su estrés ante los distintos nuevos retos, que no son muchos, pero a veces pueden complicar la existencia.
Uso de nuevas plataformas
La cantidad de tecnologías que pueden implementarse para trabajar desde casa, comienzan por la elección de un sistema operativo -Windows, MacOS, Linux, Android, iOS- y pasan por un sinfín de alternativas en aplicaciones o programas.
No todas las personas tienen la misma capacidad de adaptación a lo nuevo, y sentirán incomodidad al inicio, teniendo que dedicar un tiempo prudencial a superar la curva de aprendizaje.
La comunicación
En una oficina o sede física, la comunicación entre compañeros, clientes o jefes es presencial y, sobre todo, eficaz. La comunicación en la era digital tiene una característica importante, y es que puede ser atemporal, por lo que saber comunicarse y transmitir los mensajes a través de plataformas de mensajería instantánea, de gestión de proyectos en grupo o de comunicación corporativa, no es algo que se deba descuidar, sino que puede ser la diferencia entre un teletrabajador eficiente y uno que no encuentre la manera de gestionar su forma de cumplir las metas.
Encontrar la comodidad
El reto más grande del teletrabajo, es encontrar la comodidad. Así como para un marketer es más cómodo el uso de una suite CRM que otra -y viceversa-, a un teletrabajador le favorecerá más dividir su habitación y crear una ‘room office’, mientras que otro necesitará trabajar en el salón para ver la luz del día por las ventanas.
No todos se adaptarán de la misma manera, pero adaptarse es una necesidad para avanzar al ritmo que las tecnologías y las necesidades empresariales así dictaminan.
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