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22 diciembre 2020

Los primeros meses de pandemia de nuestras vidas

elpozo navidad

A estas alturas del año y con casi 9 meses de experiencia lidiando con la Covid-19, podemos decir que nos hemos ganado el derecho a ser considerados expertos en pandemias.

No tengo claro que la mayoría de la población mundial haya entendido que lo que estamos viviendo desde el mes de marzo es una situación absolutamente atípica y que deberíamos comportarnos acorde a lo que significa vivir una pandemia.

La situación es novedosa para las generaciones que habitan en el planeta tierra durante este extraño año 2020, pero la historia de la humanidad ya ha afrontado (con mejor o peor suerte) otras pandemias a lo largo de toda su historia. Entre las pandemias más relevantes que otras generaciones han tenido que gestionar, se encuentran:

  • Peste negra (mediados del S.XIV): 200 millones de muertes
  • Viruela (desde el S.XVIII hasta 1980): 50 millones de muertes
  • Gripe española (de 1918 a 1920): 45 millones de muertes
  • Plaga de Justiniano (del 541 al 549): 40 millones de muertes, un 20% de la población mundial fue una especie de anticipo de peste.
  • VIH/SIDA (1983-Actualidad): 30 millones de muertes

Os recuerdo que desde que con la pandemia del Covid-19 llevamos en este año aproximadamente 1,6 millones de muertos, y la cosa no parece haber terminado.

Para que podáis entender mejor las pandemias a las que el ser humano ha tenido que hacer frente a lo largo de los años, os dejo esta infografía que he rescatado de Visual Capitalist que te recomiendo pinches para poder ver más grande y que ayuda a poner en contexto las pandemias más importantes de la historia.


pandemias mundiales

Dicho esto, lo importante es controlar y poder hacer que disminuyan el número de contactos cuanto antes, mientras las farmacéuticas buscan la vacuna, pero mientras tanto estaréis conmigo en que nos hemos convertido en una sociedad que (todavía con lagunas) se ha adaptado en tiempo récord a esto de las mascarillas, la distancia social, etc.

Pero nos queda todavía mucho camino por recorrer. El gobierno está haciendo una labor por lo menos cuestionable, dejando a las comunidades autónomas legislar a su bola, como si el bicho fuera distinto en Cádiz que en Ourense, como si los ciudadanos de Valencia tuvieran más derechos para ver a su familia en Navidad que los de Cuenca, o sin entender los horarios de apertura y cierre de los comercios, pruebas PCR de entrada a extranjeros distintas en función de la comunidad, etc, etc, etc.

Huelga decir que el bicho es el mismo y que las medidas debieran ser homogéneas, porque si no hay instrucciones claras desde un organismo central (a saber, debería ser el Gobierno, que para eso están) la gente pierde el foco y empieza a buscar agujeros por los que colarse... y así terminan haciendo fiestas clandestinas, creando restaurantes en discotecas, etc.

Está claro que en ocasiones la sociedad (somos mediterráneos, y españoles para más seña) a veces no está a la altura, pero no por unos pocos, debemos perder perspectiva. Creo que a nivel mundial, en una época en la que si algo está presente es la información (en exceso) nos hemos adaptado a una situación muy complicada en relativamente poco tiempo. Todavía hay muchas cosas por hacer, eso está clarísimo, pero para ser los primeros meses de pandemias, nuestra adaptación diría que ha sido notable.

Ahora bien, tengamos todos claro que estoy no ha terminado, y que después de que consigamos aplacar la crisis sanitaria, vendrá una fuerte recesión económica, cifras de paro históricas, quiebras de empresa, consolidaciones de otras en el mejor de los casos y mucha incertidumbre de los mercados, así que más nos vale agarrarnos bien fuerte y ponernos el cinturón de seguridad, porque ¡vienen curvas!

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