Hoy hablaba con un amigo los matices existentes entre mentir y equivocarse.
Si bien este amigo es una persona muy inteligente y un hábil discutidor (consecuencia de su inteligencia), que sabe llevarte al límite en sus argumentos, me quedé pensando en que podría ser que yo estuviera enfocando el asunto de una forma equivocada, así que voy a intentar explicar lo que -según mi punto de vista- diferencia una mentira de una equivocación.
Y para ello, empecemos por el principio. Vamos a por las definiciones de ambas palabras.
Mentira
De mentir.
1. Expresión o manifestación contraria a lo que se sabe, se piensa o se siente.
2. Cosa que no es verdad.
3. Acción de mentir:
- Decir o manifestar lo contrario de lo que se sabe, cree o piensa.
- Inducir a error
- Fingir, aparentar.
- Falsificar algo
- Faltar a lo prometido, quebrantar un pacto
Equivocar
De equívoco.
1. Tomar desacertadamente algo por cierto o adecuado.
2. Hacer que alguien tome por cierto lo que no lo es.
3. Tomar desacertadamente algo o a alguien por ciertos o adecuados.
4. Juzgar desacertadamente o comportarse de manera poco apropiada con alguien o en algo.
5. Dicho de dos o más cosas: Semejarse mucho y parecer una misma.
Echándole un vistazo a ambas definiciones, la diferencia radica en la voluntariedad de la acción. En que la mentira es algo que lleva intencionalidad. Se dice una cosa cuando se sabe a ciencia cierta que no es verdad, o para confundir al interlocutor. Fijaros en el punto 3 de la primera definición. "Decir lo contrario de lo que se sabe, cree o piensa. Inducir a Error. Fingir, aparentar"
La equivocación, sin embargo no lleva ese cariz voluntario de hacer algo "malvado". Nos equivocamos cuando pensábamos una cosa, pero resulta que no era así.
En el ejemplo de nuestra conversación, yo me equivoqué, al responder una pregunta de forma incorrecta. Tenía que haber contestado lo que me preguntaban, y respondí lo que pensé que querían escuchar. Y me equivoqué. Cometí un error, porque cuando te preguntan algo es para responder, no para poner en mi boca lo que la otra persona desea escuchar. Pero en mi opinión no mentí, ya que no actué deliberadamente para causar ningún perjuicio o aprovecharme de ninguna situación. Simplemente en el instante de contestar (y quizás derivado de querer hacer las cosas demasiado bien, cuando en el fondo hago lo contrario) equivoqué la respuesta.
Además reaccioné de forma inapropiada. Porque mi amigo, en el momento que confesé que no había contestado lo que me preguntaba, sino lo que quería escuchar, me dijo_ "¿entonces has mentido?. Y yo no sé qué extraño cliché (qué daño hacen los clichés, los comportamientos pre-establecidos) tengo en mi interior, que llevo fatal que me digan que miento. Porque no lo hago. Porque soy honesto y sincero, y llamarme mentiroso es algo que me ofende soberanamente.
El caso es que nos enzarzamos en una discusión eterna en el que cada vez, su inteligencia y agudeza mental me iba arrinconando, y yo me negaba a admitir que había mentido... porque yo no miento.
Pero lo cierto es que contesté una cosa que era contraria a lo que realmente quería. Y contesté lo que mi amigo quería escuchar, y sólo cuando volvió a preguntarme, se encendieron en mí todas las alarmas. Mierda. Lo he vuelto a hacer. He contestado lo que pensaba que quería escuchar, y no lo que realmente sale de mi.
¿Me convierte eso en un mentiroso? Ayudadme, porque si fuera así, tendré que buscar otro valor que ensalzar ante los demás. Y es que un buen cántabro siempre va de cara. Nunca miente.
O sí.
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