No os voy a contar nada de las manos (y situaciones) por las que pasa cada uno de los billetes que podemos tener en la cartera, pero sin embargo, quería aprovechar estas líneas para hablaros de lo cómodo que me parece pagar desde el móvil, reloj o cualquier dispositivo "wearable" que tengamos a nuestra disposición, y cómo opino que el dinero físico (monedas y billetes) tienden a desaparecer.
Llevo pagando con el teléfono desde hace tres o cuatro años. Prácticamente desde los comienzos de Samsung Pay (aunque también probé y tengo instalado y configurado Google Pay), y también tengo configuradas un par de tarjetas de débito en el reloj (Garmin Fenix 6 Pro), así que cuando estoy sin batería en el teléfono, puedo pagar con el reloj.
Es comodísimo. El teléfono siempre lo tenemos en el bolsillo, pero a veces sacar la cartera es un rollo. De hecho, yo voy mucho sin cartera a la calle, porque salvo para alguna cosa muy concreta, no la necesito (y tampoco necesito dinero físico). Pero estás en la playa, y al subir al chiringuito te arreglas con el móvil o el reloj. Te tomas un helado a media tarde, y lo mismo. Ya no hay problema de disponibilidad de TPV.
El caso es que apenas uso dinero en metálico. Metálico. Qué expresión tan antigua, porque en todo caso, sería en papel, pero vuelvo al hilo argumental, que me pierdo con facilidad. El papel, o las moneditas tienen los días contados, porque si bien antes del Covid había comercios que te ponían pegas a la hora de hacer micro-pagos con la tarjeta o con el móvil (que viene a ser lo mismo), desde que tuvimos la desgracia de vivir esta pandemia, los comercios aceptan casi cualquier cosa con tarjeta.
Desconozco qué porcentaje del dinero circulante está en monedas y billetes, pero tengo claro que dicho ratio sobre el total, cada vez será más pequeño, lo que me lleva al punto que os hablaba anteriormente. El dinero no es más que un conjunto de flujos electrónicos que irán de un sitio a otro. Son juegos de suma cero que hacen mover los saldos en positivo o en negativo. Mi empresa me paga la nómina, pero no pasa ningún billete su caja fuerte a la mía, o de su banco al mío. Simplemente se ejecuta una transacción que minusvalora su saldo en cuenta en el mismo importe que se incrementa la mía.
Y os recuerdo que los más valientes están dando sus primeros pasos en el Metaverso. ¿De verdad queréis entrar en la "discoteca de moda de la ciudad" vestidos con pantalones de campana y camisa a cuadros de leñador? Así nunca conseguiréis que esa chica de ojos preciosos que está apoyada en la barra se fije en vosotros.
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